S.O.S Huao Los Huaorani Se Mueren Con Hepatitis

                 Diario El Hoy, 13 de marzo, 1999. Pagina A5
                 Por Carlos Viteri Gualinga.
 

Los Huaorani se mueren con hepatitis. Esta fue la información de la prensa hace apenas unos días. Las causas apuntan a la prolongada e intensa actividad petrolera desarrollada en el territorio que habita este pueblo, desde los años en que Ecuador se inauguró como país petrolero. No es la primera vez que noticias como éstas reportan que los Huaorani resultan víctimas de enfermedades.


En los sesenta las informaciones que se filtraron revelaban el desarrollo de una estrategia de "pacificación" de este pueblo por parte del Instituto Lingüístico de Verano (ILV) con la anuencia del gobierno y el apoyo de las petroleras. La poliomelitis fue el aliado perfecto para "pacificar" a los Huaorani. Según relatan las fuentes, la explicación que los misioneros dieron a los Huao fue que se trató de un castigo divino, porque éstos dieron muerte a cinco miembros del ILV en las playas del Curaray en enero de 1956.

                  Las últimas informaciones sobre la tragedia Huao revelan que el 80% de la población estaría afectada por hepatitis de tipo B, C y D, (que desembocan en la  muerte), de los que sólo los neonatos estarían momentáneamente a salvo. Pero vale preguntarse, ¿qué han hecho durante los últimos años los médicos de las compañías Maxus - YPF, quienes se supone tienen un convenio con la organización Huaorani que implica atención médica?

Aquí cabrían dos explicaciones: es que no lo cumplen o es que mantuvieron deliberadamente un silencio inexplicable. El convenio Maxus-Huorani fue pontificado por el presidente Sixto Durán, mediante el cual la compañía asumió absurdamente el rol del Estado para luego pasarle la factura.

                  La agonía del pueblo Huao demuestra la ineficacia y la inutilidad del Estado en la región. El ministerio de salud ha demostrado su incapacidad en generar una política de salud amazónica, sólo visita una de estas comunidades siempre y cuando la comunidad asuma los exorbitantes costos de las avionetas. Mientras tanto el territorio Huaorani es cercenado en nombre de un progreso que les aniquila. Allí, sitiados en su tierra, están rodeados por la YPF, Oryx, ELF y la Pérez Companc, éstas empresas -en las que muchos huao trabajan- algo tendrán que decir y hacer y, más aún, el Estado cuya identidad petrolera tiene como precio la vida del pueblo Huaorani.

                  La actividad petrolera es a los Huaorani lo que el modelo petrolero es al Ecuador. Los primeros capitulando a horcajadas en convenios impuestos que sirven de caballo de Troya a las empresas y el segundo sobre un modelo que ha fracasado. En décadas de negocios a la sombra, de usar el petróleo para el endeudamiento externo y de distribución inicua de las rentas en favor de las grandes ciudades y la gran empresa. Ha fracasado sobre la falacia de que el petróleo es de todos los ecuatorianosí y a la sombra de los atroces impactos ambientales. Lo que tenemos hoy es un pestilente escenario de polución social que no admite ciudadanos. Esto es lo que estamos cosechando de la era petrolera. Entonces, lo que ocurre con los Huao ocurre con el Ecuador.